domingo, 6 de febrero de 2011

PSICOANÁLISIS Y FÚTBOL -Gestión de la personalidad-

GESTIÓN DE LA PERSONALIDAD ( interés para un equipo de fútbol)


¿Qué es la personalidad? Pueden leer en los libros diferentes enfoques y definiciones que proceden, todos ellos, de una misma teoría y en los que se destaca: la personalidad es psíquica. Es decir, la personalidad se construye y se puede modificar, interviniendo en el proceso diferentes factores: hereditarios, ideológicos, educativos, familiares, sociales y sexuales. Siendo la personalidad, la articulación de los diferentes factores mencionados.
En calidad de Director Deportivo ¿Qué nos interesa conocer?
El fútbol es ¿un deporte, un juego, una empresa…? El fútbol es todo eso y más. En cada Institución deportiva, trabajan un gran número de profesionales. En el año 2007, son aproximadamente 700.000 las licencias federativas en España; significa que: existen más de quinientas mil familias que no sólo trabajan para y del fútbol, además forma parte de sus vidas.
El trabajo, categoría central en todos los humanos, es la capacidad que el hombre adquirió para, junto a otros humanos semejantes y diferentes a la vez, poder transformar la naturaleza y hacer confortable, su vida, el estudio, el trabajo, su ocio, la familia, sus ideales, la salud…
Todos los pensamientos que se tienen con respecto al trabajo son producto efecto de una ideología. La ideología es ese modo particular de hacer y pensar que todos tenemos, esa manera en la que nos fueron transmitidos nuestras primeras experiencias, hábitos, afectos, ideas, sexualidad…Es decir la ideología nos fue transmitida, no es algo original la manera de pensar de cada uno. En algún libro se encuentra escrita, alguna tradición la sostiene, algo heredamos de lo que nos tenemos que apropiar.
¿Nos preguntarnos, en algún momento, de donde procede esa manera de hacer y pensar que tenemos? Podemos incluso llegar a creer que la propia, la de cada uno, es la única y verdadera manera de pensar una cuestión concreta. Por ejemplo: cómo tratar y qué hacer en el trabajo con los jugadores, los directivos, la prensa, los familiares, los árbitros, los agentes de futbolistas, los entrenadores y con cualquier otro tenga o no la misma posición y función social, son cuestiones tan singulares como la confección de un traje a medida, cada vez.
Y además debemos saber que: existen deseos inconscientes que pueden ser contrarios a la tarea deportiva, económica y social que cada uno realiza, de modo que su actividad en el club se oponga al proyecto deportivo. Y los deseos inconscientes contrarios al proyecto, se terminan mostrando, y con ello algo se consigue, algo se beneficia en el sujeto, algo siempre goza de esa manera, porque ser rico, campeón, mediocre, pupas o mezquino son propuestas de la mente, es decir proyectos que se elaboran psíquicamente.
Siempre hay un beneficio secundario en la enfermedad y dice el refrán: “no hay mal que por bien no venga”, quiere esto decir que en toda derrota puede subyacer un beneficio. Y a veces se trabaja, inconscientemente, más por el beneficio secundario, que por los pactos previos y el proyecto común. Y esto se manifiesta, se ve, se puede leer claramente desde los afectos y sentimientos que acompañan toda actividad deportiva.
Si no fuéramos tan buenos seriamos mejores.
La cuestión es que todo tiene consecuencias, hacer y no hacer, trabajar para el equipo y trabajar en contra del equipo, que también es un trabajo, todo tiene consecuencias, todo partido de fútbol tendrá un resultado final. Trabajar a favor del club, de la empresa es un trabajo, también se puede trabajar a favor exclusivamente de uno mismo. Sucede que cuando se trabaja en la posición adecuada, en la función (que es un lugar construido por la institución) entonces, me cuida y protege lo social, y cuando trabajo sólo para mí, dependo de “mi” estado de ánimo y de las variaciones de “mí” personalidad (que ya dijimos oscilan mucho a lo largo del día).
Cuanto más “atados” estemos al proyecto, más libertad poseemos. Cuanto más nos sometamos a las normas de la empresa, a la ideología empresarial, a las directrices del equipo, más productividad, eficacia y mejores resultados. Cuanto más trabaje para el grupo mejor será el equipo.
Los avances tecnológicos actuales, el exquisito nivel de calidad de los bienes de uso y consumo, las normas de control en los productos que compramos, la numerosa información, hacen que cualquier empresa, club de fútbol, institución deportiva pueda acceder a los mejores medios de preparación, centros de entrenamiento, dietas e higiene, especialistas, clínicas, equipamiento, estadios deportivos y grandes jugadores de diferentes nacionalidades. Sin embargo algunos clubes a pesar de contar con lo mejor no triunfan y otros, con menos medios, alcanzan lo soñado por las grandes instituciones. ¿cómo explicarlo? ¿es posible producir éxitos deportivos y económicos en la misma Institución deportiva? Hay que diferenciar “medios de trabajo” y “método de trabajo”.
Hay una lógica paradojal que lo explica. Hay ciencias tan conjetúrales como exactas; es el caso de las matemáticas. Y ciencias tan exactas como conjeturales; es el caso del psicoanálisis. Sabemos que siempre hay ganancias en el humano, pero son diferentes las ganancias del que trabaja sólo para sí mismo, a la de aquellos que trabajan desde el grupo para el equipo.
Existen diferentes tipos de necesidades: una de ellas es la Necesidad Básica, que corresponde con cubrir una serie de cuestiones (casa, comida, puntos suficientes para alcanzar puestos europeos, para no descender…) y conseguidas las necesidades básicas, se puede bajar el nivel de entrenamiento, no me implico más, no estudio más, ¿para qué? También existen otras Necesidades Creadas (la oferta genera la demanda), necesidades ya deseantes que corresponden con otros principios, otra realidad, donde se huye del confort intelectual, se tiende a la utopías (aún sabiendo que no existen) donde partimos que siempre hay alguien mejor que uno mismo, siempre alguien más grande, siempre existe la posibilidad de otro campeonato, ser internacional, más puntos, dinero, amigos, conocimientos, siempre hay un amante mejor que uno mismo, y ésa es la manera de pensar de un buen amante, un líder, un campeón.
Resumiendo las Necesidades pueden ser: económicas, afectivas y sociales.
Necesidades donde nos podemos conformar con lo justito y que no me molesten: ganar el dinero suficiente para pagar la hipoteca, el colegio…y que no me molesten con más. Esto corresponde con la satisfacción de un principio psíquico: el Principio del Placer, que tiende al menor gasto posible de energía, a la ley del mínimo esfuerzo, tiende a la quietud, al reposo, tiende a un consumo de energía cero. Sucede que éste principio, no puede funcionar sólo por mucho tiempo, resulta peligroso, ya que la tendencia a la parálisis completa, a la quietud total puede llevar al sujeto a la muerte. Por ello existe otro principio psíquico: el Principio de Realidad que le hace al sujeto moverse, implicarse, crecer, motivarse.
Los límites del saber son los límites del principio de placer, por eso que cuando los límites del saber los impone el conocimiento, el saber conocido, no hay goce del saber. El goce del ejercicio del saber es el goce de su adquisición, y si el encuentro con el saber fue doloroso, angustioso o produjo culpa, habrá que saber arreglárselas con estas señales que el Yo emite para el sujeto cada vez que ejerza el saber, o no habrá goce del saber y el sujeto vivirá sin poder gozar de sus conocimientos, de su saber múltiple, y vivirá en siglos anteriores, vivirá en frases anteriores. Esto se detecta claramente en los clubes de fútbol, al cumplir años la Institución, en concreto al pasar de siglo. En el club de fútbol (sus dirigentes y directivos) o se modifica la ideología por interpretación (única manera de modificar la ideología) aceptando lo nuevo, los cambios o en caso contrario se puede pasar de ser un gran club a mediocre, e incluso desaparecer como institución deportiva.
El humano necesita siempre una zanahoria para andar, un compromiso que lo haga levantarse de la cama, ya que si nos dejamos gobernar por el llamado Principio de Placer, empezamos cediendo en las palabras y terminamos cediendo en los hechos. Se empieza dejando de entrenar, de estudiar, aislándonos, no comprometiéndose con nada y podemos llegar a enfermar e incluso, antes de tiempo, alcanzar un desenlace fatal. Y la muerte, la propia muerte no se puede vivir, es el último punto, pero se trata de llegar a ella lo más tarde posible.
Todo se construye en el sujeto. Se construyen grandes equipos y también se construyen equipos mediocres. Ganadores natos, significa no que nacieron ganando, ya que todos nacimos perdiendo, sino que fueron capaces de poner límites al Principio del Placer, de renunciar a lo cómodo e inmediato, postergándolo para conseguir algo mejor. Aprender a decir: NO, es civilizador, y sólo el que sabe decir No, puede emitir un SI verdadero. No se trata de recuperar el pasado (cosa imposible), se trata de producir un presente determinado por el futuro (posible con trabajo).
Generalmente las Necesidades Afectivas, los reconocimientos sociales son más importantes que los económicos, y suponen un motor para que el jugador continúe entrenando, los directivos sigan trabajando y el club lleve adelante su proyecto deportivo, aunque no lo necesiten para comer o tengan cubiertos los objetivos.
Trabajar más allá de lo que se necesita, es un acto de amor, porque se genera más trabajo para otros, la creación de puesto de trabajo enriquece a la institución deportiva, circula más dinero y estas extensiones en el equipo, de lo grupal, son las que pueden hacer histórico a un club. Por eso decimos que a la Institución le interesa la eficacia y al Grupo la historia.
Si hay grupo hay equipo.
Conviene rescatar una relación importante entre necesidad, demanda y deseo, en cualquier actividad humana. Las necesidades producen demandas. Demandar es pedir, solicitar, con ello nos implicamos como sujetos y el deseo siempre se construye. Sólo somos capaces de demandar algo si tenemos una necesidad. Esto conlleva un trabajo, y el trabajo grupal no se puede realizar sin deseo. Dependerá qué tipo de deseo comanda la actividad para que el resultado sea uno u otro. Se gasta tanta energía en suspender como en aprobar, se gasta tanta energía en entrenar como en vaguear, en ganar como en perder. La energía no se destruye, se transforma. Por eso podemos estar más cansados y enfadados cuando no hacemos las cosas bien, que cuando hemos cumplido con nuestros deseo.
La frase de todos conocida “Mente sana, cuerpo sano” significa que no hay cuerpo sin mente. Hay diferencias notables, los animales tienen instinto, un perro nunca equivoca a su dueño, tienen celo, pero no saben que viven dentro de un cuerpo, no están dotados de lenguaje, pueden tener un código de comunicación, pero no son deseantes. Sin embargo el hombre siente celos, es capaz de olvidar una cita importante, puede llamar por el nombre de su peor enemigo a un amigo o con el nombre de la antigua novia a la esposa. Es decir posee Inconsciente, aquello que me hace decir y hacer cosas contrarias a las que conscientemente quisiera hacer o decir.
Los lapsus que todos cometemos son susceptibles de poder ser interpretados y dicen del sujeto, hay algo en uno que habla de uno mismo sin darnos cuenta, es decir inconscientemente se dice más de lo que uno mismo cree decir. Siempre que hablamos está lo que decimos y además lo que las palabras se dicen entre sí. Por ello a la hora de contratar a un trabajador, jugador, directivo, aquel que se muestre deseante será un candidato firme a ocupar el puesto, para ello es imprescindible saber escuchar. Y para aprender a escuchar hay que empezar, previamente, por hablar con un profesional de la escucha.
El deseo de un entrenador está en relación a la Directiva y el deseo de los jugadores en relación al entrenador, quiere esto decir que no hay nada que aprendamos si no hay deseo de aprender, que no hay esclavo sin amo. Así cuando un niño no juega con otros niños, tiene problemas con la madre, no juega porque vigila a la madre, por miedo a perderla.
Ejemplo práctico: Se está ojeando a varios jugadores zurdos, para ocupar una demarcación de lateral izquierdo, llegamos a contar con dos posibles jugadores de características similares (suben bien la banda, buenos marcadores, edad similar, van bien de cabeza, centran correctamente y cuestan más o menos el mismo dinero). ¿por cual de ellos decidirse? Escuchen la implicación del jugador (al deseante con el que se entrevistan) despejen lo fanático y escuchen la pasión que pone en lo que dice, en cómo lo dice y, posiblemente les ayude a definirse por uno u otro jugador, que a larga tendrá menos lesiones, será menos conflictivo, menos sanciones, más comprometido en el grupo, disciplinado y por ende más creativo. Ya que los jugadores imaginativos o creativos o sorprendentes son aquellos a los que se les dejó crecer como futbolistas. Y con los grandes directivos, directores deportivos, entrenadores, también, pasa lo mismo.


Del Libro: FÚTBOL Y PSICOANÁLISIS

Autor: Dr. Carlos Fernández
Nº Reg. Prop. Intelectual: 6190/2010

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