viernes, 25 de enero de 2013

CICLISMO, EL PERVERSO EXPERIMENTO DEL PODER

CICLISMO, EL PERVERSO EXPERIMENTO DEL PODER




Llevar al hombre a la luna, hacerle saltar desde la estratosfera, auparle a cumbres eternamente nevadas, atravesar nadando la distancia marítima entre continentes o explorar la supervivencia a kilómetros de profundidad, todo eso, lo deseo el hombre antes de conseguirlo.

Las informaciones que del ciclismo nos llegan, tomando como ejemplo a Lance Armstrong, es una cortina de humo para ocultar ciertas prácticas perversas en los profesionales de la bicicleta pero, así como Perseo se envolvía en su manto de niebla para perseguir a los monstruos, podemos tapar nuestros oídos y ojos para renegar sobre la toxicidad de la ideología de los poderosos con el deporte.

El deporte es un juego, un negocio para algunos y también una profesión. Jugar no es fantasear que se juega, para fantasear no necesito la realidad, sin embargo para jugar siempre se necesita tomar un elemento de la realidad.

Y en la realidad podemos leer citando a Karl Marx: “la riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un “inmenso arsenal de mercancías”. La mercancía es, en primer término, un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean. El carácter de estas necesidades, el que broten por ejemplo del estómago o de las fantasías, no interesa en lo más mínimo para estos efectos”

Y aunque la fantasía también sea del orden de la necesidad como lo es la satisfacción del hambre, no interesa como ése objeto que llamamos mercancía, satisface las necesidades humanas si directamente como medio de vida o indirectamente como medio de producción.

Sin embargo nada puede satisfacer la ambición inmortal del poder y se puede envenenar al deportista que hay en cada sujeto para ascender dando pedales, serpentear las curvas de la muerte y a tumba abierta descender con su cuerpo sobre una indefensa bicicleta.

Hacer del deportista enfermo de cáncer, un héroe primero y un mecenas para después destruirlo como mentiroso, estafador y villano es efecto de la ideología del pensamiento único, de la razón, del poder absoluto y del fanatismo cruel que podemos observar, también, en la salud, la educación y la cultura.

Cuando se emite la información, sobre el dopaje en el deporte, se debe aceptar que: se habla con palabras y se dice entre las palabras, luego decimos más de lo que creemos hablar y con la máquina grupal productora de sujetos se puede escuchar la ideología del que habla, qué dice y a quién se dirige cuando se da un comunicado.

Después de estudiar las últimas noticias sobre el ciclismo y podríamos hablar de cualquier otra práctica deportiva:

Queremos dejar constancia que ninguna droga transforma la personalidad, es decir el que embriagado atropella en la carretera a un ciclista no es por borracho que lo mata sino por asesino.

Queremos dejar constancia que ninguna droga le gana a nadie sobre el terreno de juego. Con el narcodólar se puede comprar clubes deportivos, construir estadios pero Perú, Colombia o la India ya se habrían proclamado campeones de todo y no es así..

Queremos dejar constancia que cuando todos lo saben y nadie lo habla es un pacto, pues no hay silencio antes de hablar y todo acto humano es un acto significante, es decir ningún acto humano genera otro acto humano, lo que se desea son deseos. Hablar del dopaje o no hablar del cuerpo capaz de doparse tan sólo para alcanzar la meta y con ello sostener sobre el pecho, espalda y cabeza la publicidad del que paga.

Queremos dejar constancia que la queja produce una satisfacción inmediata sin embargo el número uno “el nomber one” marca el cuerpo fragmentado y éste fantasma universal de cuerpo fragmentado es significante del uno sexual. Dicho de otro modo los experimentos ideológicos que invierten miles de millones de dólares y euros en hacerle hablar a un mono son “perversos” pues el patrocinador sabe que si hablara se trataría de un hombre, sin embargo ese dinero podría destinarse a escuchar a los deportistas que cual labriegos antes de enfrentarse con el rocío del alba y los tajos de viento en los riñones necesitan una copa de aguardiente o suero glucosado enriquecido.

¿Qué hacer?

Queremos dejar constancia que el psicoanálisis no es adictivo, es aditivo y en la redacción de la próxima Ley del Deporte debe estar presente la escucha poética y la interpretación psicoanalítica.



Dr. Carlos Fernández

Médico Psicoanalista

www.carlosfernandezdelganso.com



miércoles, 16 de enero de 2013

TRASLADAR AL FÚTBOL LA MEJOR ÉTICA (Vicente Del Bosque)

TRASLADAR AL FÚTBOL LA MEJOR ÉTICA (Vicente del Bosque)


En la entrega del balón de oro al mejor entrenador del año 2012 el galardonado, don Vicente del Bosque, realizo una reflexión muy particular: “Quisiera decirles que todos los que estamos aquí, amamos el fútbol y queremos ganar, pero para ganar y sentir fascinación por el fútbol hay que mimar al fútbol y para ello es necesario trasladar al juego la mejor ética de la vida y la mejor conducta personal”

“Trasladar al fútbol la mejor ética” Es un pedido social, una reflexión en voz alta en un foro internacional de máxima repercusión para el deporte en general y el fútbol en particular.

Y ¿cuál es la mejor ética de vida? Estudiosos, investigadores y científicos de la vida humana, produjeron en los últimos siglos grandes avances e innovaciones en salud, cultura, educación, arte, tecnología…y también en deporte, develando cegueras e ignorancias en todo sujeto. Ejemplos tenemos en la Teoría Heliocéntrica de Copérnico y Galileo (la tierra gira alrededor del sol y no al revés como pensaba la teoría geocéntrica), La Teoría de la Evolución de las Especies de Darwin (dos animales que se pueden reproducir entre sí son de la misma especie y no que una especie procede de otra como decía la teoría evolucionista) Y para el caso que nos ocupa la Teoría del Inconsciente de Freud (el centro del psiquismo donde se produce el pensamiento, los afectos, la memoria, los sueños…es el inconsciente y la conciencia es una pantalla que recibe información pero no la puede almacenar) Podríamos también hablar de la Teoría Lingüística de Saussure, La teoría del Valor de Marx...

Estas teorías aportan conceptos que nos permiten producir un criterio sobre la mejor ética de la vida. Después están las opiniones ya que todos tenemos el derecho de hablar y ser escuchados.

La mejor ética de la vida es la ÉTICA del DESEO.

Para hablar de la ética del deseo, lo hacemos desde la jurisprudencia científica y la sabiduría que nos otorga la diferencia entre los conocimientos y saber sobre el deseo estrictamente humano, es decir el deseo inconsciente.

El deseo inconsciente es vértice de todo diagrama posible para lo psíquico, de modo tal que podemos decir que se desean deseos. La falta de deseo inconsciente hace imposible toda teoría sobre el sujeto.

Por eso rescatamos las reflexiones de don Vicente Del Bosque a las que el señor Blatter, presidente de la FIFA, apostilló como “grandes palabras” ya que una cuestión es hablar (demandar lo mejor) y otra desear (hacerlo), que aunque se den simultáneamente no dejan por ello de ser diferentes tanto la necesidad como la demanda y el deseo humano. La necesidad de jugar, la demanda de ganar y el deseo de gozar del fútbol.

El lector es inteligente si el interlocutor al que uno se dirige lo considera como tal. Podemos decir entonces que constituyen el fútbol base: la cantera, la formación de los directivos, el fútbol femenino y el grupo. Sin temor a equivocarnos y aceptando que se puede convencer al que previamente quiera ser convencido, podemos añadir que: el deseo de la madre es inicial para el niño y hace posible la instalación de la metáfora paterna que lo hace sujeto del inconsciente.

Es decir el deseo no es articulable (no coincide exactamente con algo concreto) pero está articulado en la demanda (en el pedido), por eso el niño atribuye a sus padres el poder conocer todos sus pensamientos.

En las palabras de don Vicente Del Bosque, refrendadas por el presidente de la FIFA, escuchamos un pedido social de los máximos representantes del fútbol, un pedido para trasladar al fútbol el psicoanálisis, la mejor ética de vida posible a través de la interpretación psicoanalítica, debido a que el deseo sólo es posible frente a la fórmula de psicoanalista presente.

Con respecto a la conducta, sabemos que toda conducta es un efecto y no la causa de nada. No hay droga que transforme la personalidad de nadie, es por asesino y no por borracho que algunos matan. En el fútbol hasta un taxista puede conducir un Ferrari y ganar o un todo poderoso perder. Entramos ya en cuestiones que reclaman una nueva Ley del deporte, pues aunque no haya justicia, existen las leyes.



Dr. Carlos Fernández

Médico Psicoanalista

Especialista en Dirección Deportiva

www.carlosfernandezdelganso.com