lunes, 1 de junio de 2015

POETAS DEL FÚTBOL - POETS OF FOOTBALL



La pelota de fútbol, como significante, circula representando a cualquier jugador para lo grupal del equipo. Tengamos en cuenta que con una sola pelota pueden jugar más de veinte niños. Es el deporte con mayor número de practicantes en todo el mundo. Existen aldeas sin agua corriente donde se ve a los niños corriendo tras un balón hecho de trapos, hojas, plásticos y cordeles.
De la pelota o el balón de fútbol se pueden decir muchas cosas y el reglamento así lo especifica. En el campeonato europeo jugado en Suiza y Austria en el 2008, decían las normas impartidas por la FIFA, que el balón reglamentario, creado para esa ocasión, debía cumplir unos requisitos concretos: circunferencia media de 68.5 a 69,5 centímetros; un peso entre 420 y 445 gramos y otros datos de presión, absorción de agua, esfericidad, bote, forma y tamaño.
El poeta Gerardo Diego en uno de sus poemarios “Mi Santander, mi cuna, mi palabra” publicado en 1961, le dedicó al balón de fútbol el poema:

EL BALÓN DE FÚTBOL

Tener un balón, Dios mío.
Qué planeta de fortuna.
Vamos a los Arenales:
cinco hectáreas de desierto,
cuadro y recuadro del puerto.

Qué olor a Tabacalera.
-Suelta ya el balón, Incera.
-No somos once. –No importa.
Si no hay eleven hay seven.
Qué elegante es el inglés:
decir sportman, team, back;
gritar goal, corner, penalty.
(Aún no se ha abierto el Royalty)

-Marca tú la portería:
Textos y guardarropía.
-Somos siete contra siete.
Un portero y un defensa,
dos medios, tres delanteros:
eso se llama la uve.
Y a jugar. Vale la carga.
Pero no la zancadilla.
Yo miedo nunca lo tuve.
(Una brecha en la espinilla)

Ya se desinfla el balón.
Sopla tú fuerte la goma.
Ata ya el cuero marrón.
El de badana en colores
déjaselo a los menores
Para botar con la mano.
-Mañana a la Magdalena
a jugar contra el “Piquío”.
Y al “Plazuela”, desafío.

Tener un balón, Dios mío.
(Continuará)


Del libro: Poetas del Fútbol
Dr. Carlos Fernández del Ganso


The soccer ball, as signifier, circulates representing any player for the team group. Considering that with a single ball can play more than twenty children. It is the sport with the largest number of practitioners worldwide. There are villages without running water where you see kids running after a ball made of rags, leaves, plastic and strings.
About soccer ball many things can be said and the regulation specifies it like that. In the European Championship played in Switzerland and Austria in 2008, they said the rules issued by FIFA, the regulation ball, created for the occasion, had to fulfil some specific requirements: average circumference of 68.5 to 69.5 centimetres; weighing between 420 and 445 grams and other data of pressure, water absorption, sphere, bounce, shape and size.
The poet Gerardo Diego in one of his poems "My Santander, my cradle, my word," published in 1961, dedicated to the football ball the poem:

THE FOOTBAL BALL

To have a ball, my God.
What a fortune planet.
Let go to Arenales:
five hectares of desert,
square and square of the  port.

 What a Tabacalera smell.
- Loose the ball already, Incera.
-We are not eleven. It does not matter.
If there are not eleven there are seven.
What elegant is English:
to say sportsman, team, back;
to scream goal, corner, penalty.
(Royalty has not been opened yet)

-You shall mark the goal:
Texts and cloakroom.
We are seven against seven.
A goalkeeper and a defender,
two media, three forwards:
that is called w.
And to play. It's load.
But not the hinder.
Fear, I never had it.
(A gap in the shins)

The ball is already getting deflated.
Blow strong the rubber band.
Tie the brown leather already.
The sheepskin in colours
leave it to minors
To bounce with your hand.
Tomorrow at the Magdalena
to play against the "Piquío".
And the "Plazuela" ,challenge.

To have a ball, my god!
(To be continued)


From the book: Football Poets
Dr. Carlos Fernández del Ganso

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