martes, 2 de junio de 2015

COMIENZA LA TEMPORADA 2014-2015 JORNADA 33

JORNADA 33 ( 31 de mayo de 2015)
C. D. GRUPO CERO  --------------------------------- 0
RAYO LA CIERVA- CIUDAD GETAFE  --------  3

Después del ascenso de categoría, ganar el campeonato el último domingo y recibir propuestas para la nueva temporada, ayer perdimos como se pierden los partidos cuando el grupo no salta al campo, con rotundidad y sin paliativos.
Nos dice Miguel Oscar Menassa: “un paso adelante implica caídos”
Debemos aprender a perder, empecemos por los directivos:
 UN DIRECTIVO DEBE APROPIARSE DE LO YA HEREDADO
Antes de caminar se aprende a caer. Primero nos nacen y luego nacemos, después se descubre que todo es anterior y más grande. Nacemos perdiendo y somos deudores de una muerte segura a la naturaleza. Después de recibir como humanos, todo o casi todo a cambio de nada, y ya crecidos, debemos partir por el mundo, pagando lo que usamos, haciéndonos grandes tanto como la sombra que cobije nuestros pasos.
El partido de ayer no puede ser referencia deportiva. Cuando los directivos nos quedamos colgados de los laureles, cualquier equipo te puede ganar. De ahí sea más meritorio aún el campeonato conseguido. Los rivales no hicieron el pasillo con deportividad y después jugaron para ganar. Nada que objetar.
Después de ser grandes podemos adquirir fortaleza y un Líder debe reconocer que la grandeza de un dirigente no se puede producir sin la maestría, de otros, donde él se construyó como discípulo. Un líder puede no llegar a conseguir maestría. Se puede ser directivo sin maestría, sin embargo en todo Maestro hay una escucha que lidera, un no hacer que es acción y no habrá posibilidad de estilo sin escritura. Líder puede ser una idea, un grupo, un hombre mortal... 
Después de “ser grandes” en diferentes batallas imaginarias, donde lo victorioso consiste en salir ileso y tras adquirir alguna formación académica, el trabajo será la plataforma definitiva desde la cual poder empezar a vivir, separados del primer amor, las primeras caricias y el inolvidable “engaño” de no ser el único, ni los primeros, ni lo más grande. Recién ahí, aprendemos las decepciones del caer, del perder partidos, donde lo importante no es la caída sino el cómo te levantas después de caer; una hombría diferente en cada puesta de sol habrá de construirse.
Hombría deportiva como la capacidad de amar y trabajar para más allá de lo que cada uno precisa en el orden de las necesidades básicas. Ahí será importante diferenciar necesidad, demanda y deseo, porque lo humano se mueve por dinero y por afectos. Todo Líder hace para algo y/o para alguien, el resto también.
Gracias a la afición, un domingo más.
Queda un partido entre dos equipos que han ascendido. Será una fiesta de despedida a un año magistral.
Felicidades a todos.
Dr. Carlos Fernández

Médico Psicoanalista

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