viernes, 9 de septiembre de 2011

CUANDO VENCER NO ES POSIBLE AUN LA POESÍA PUEDE




Hablar de fútbol, hablar de fútbol prueben hacerlo en la cafetería, en el autobús, en el mercado con gente desconocida y comprobarán lo sencillo que resulta sumar interlocutores en la conversación. Repitan ahora la secuencia e intenten imponer su fanatismo, levantar la voz en esos mismos lugares y comprobarán que se genera un discreto vacío a su alrededor.
No sucede tan frecuentemente y, ya me gustaría que pasara lo mismo cuando se habla de poesía, cine, música…sin embargo el poder transferencial que genera el fútbol a conversar con cualquier otro, aun desconocido, es notorio.
Llegamos al final del campeonato liguero, el torneo más preciado por muchos entrenadores, por ser el más difícil de conseguir, al precisar una gran regularidad de los contendientes.
Es posible que el año que viene cuatro equipos madrileños disputen la liga (si asciende el Rayo Vallecano y se mantiene el Getafe) es posible que vuelva el derby sevillano (Betis y Sevilla) es posible que Vigo y Coruña disputen también su derby gallego o una vez más pueden cruzarse, cual ascensor subiendo uno y bajando el otro a segunda división. División de plata que cada año es más competida y de la que surgen grandes jugadores y entrenadores.
Viviremos en las próximas cuatro jornadas partidos tensos, por lo que se juegan seis o siete equipos en cabeza y otros tanto en la cola.
Felicitamos a la Real Sociedad (ascendió este año y parece que se mantendrá en primera) por vencer meritoriamente al Barcelona. Felicitamos a todos los profesionales que siguen entrenando sin dejarse influir demasiado por rumores interesados.
Cuando se habló y se escribió de todo, en las últimas semanas, sobre los dos grandes del fútbol español, para esta jornada se impone algo de poesía.
CURA DE HUMILDAD
Hace mucho que rondo las palabras
más pobres para hacer mi poesía.
(Germán Pardo García)

Nació inhóspito de geografía
las cuevas giraban sin nombre y la sangre
salpicaba la gruta como un sacrificio sin patíbulo
en presencia de iglesia y campanario unidos.

Entonces las cosas erraban y bajar era un valle
y escapar podía el humo, las piedras eran linde
y la espiga un talle humano salvaje
y un abrazo sincero sólo ofrecía el sepelio.

La pobreza adelantaba en el diccionario
a la podredumbre y los niños hurgaban
con sorpresa la llegada a caballo de la correspondencia
o el repique a fuego de la solidaridad.

Hoy todo es virtual, las orillas son márgenes
cualquier soberbia yace silenciosa en la sacramental
el lince en extinción ocupa portadas y
con la piel negra flotar es una quimera.

Dr. Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
Especialista en Dirección Deportiva
www.carlosfernandezdelganso.com

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