lunes, 21 de septiembre de 2009

Conferencia impartida por el Dr. Carlos Fernández en el CURSO SUPERIOR DE DIRECTORES DEPORTIVOS de la RFEF

PSICOANÁLISIS Y FÚTBOL

GESTIÓN DE LA PERSONALIDAD (aplicaciones a un equipo de fútbol) 2ª Parte

La frase de todos conocida “Mente sana, cuerpo sano” significa que no hay cuerpo sin mente. Hay diferencias notables, los animales tienen instinto, un perro nunca equivoca a su dueño, tienen celo, pero no saben que viven dentro de un cuerpo, no están dotados de lenguaje, pueden tener un código de comunicación, pero no son deseantes. Sin embargo el hombre siente celos, es capaz de olvidar una cita importante, de llamar por el nombre de su peor enemigo a un amigo o con el nombre de la antigua novia a la esposa. Es decir posee Inconsciente, aquello que me hace decir y hacer cosas contrarias a las que conscientemente quisiera hacer o decir.
Los lapsus que todos cometemos son susceptibles de poder ser interpretados y dicen del sujeto, hablan más de uno mismo que lo que uno mismo cree decir. Siempre que hablamos está lo que decimos y además lo que las palabras se dicen entre sí. Por ello a la hora de contratar a un trabajador, jugador, directivo, aquel que se muestre deseante será un candidato firme a ocupar el puesto, para ello es imprescindible saber escuchar. Y para aprender a escuchar hay que empezar previamente por hablar con un profesional de la escucha.
El deseo de un entrenador está en relación a la Directiva y el deseo de los jugadores en relación al entrenador, quiere esto decir que no hay nada que aprendamos si no hay deseo de aprender, que no hay esclavo sin amo. Así cuando un niño no juega con otros niños, tiene problemas con la madre, no juega porque vigila a la madre, por miedo a perderla.
Ejemplo práctico: estamos ojeando a varios jugadores para ocupar una demarcación de por ejemplo lateral izquierdo, llegamos a contar con dos posibles jugadores de características similares (suben bien la banda, buenos marcadores, edad similar, van bien de cabeza, centran correctamente y cuestan más o menos el mismo dinero). ¿por cual de ellos decidirse? Escuchen la implicación del jugador (al deseante con el que se entrevistan) despejen lo fanático y escuchen la pasión que pone en lo que dice, y posiblemente les ayude a definirse por uno u otro jugador, que a larga tendrá menos lesiones, será menos conflictivo, menos sanciones, más comprometido en el grupo, disciplinado y por ende más creativo. Ya que los jugadores imaginativos o creativos o sorprendentes son aquellos a los que se les dejó crecer como futbolistas. Pero con los grandes directivos, directores deportivos, entrenadores, fisioterapeutas… también pasa lo mismo.

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