jueves, 30 de abril de 2015

COMIENZA LA TEMPORADA 2014-2015 JORNADA 26

JORNADA 26  (29 de marzo 2015)
C. D. CENTELLA  ---------------------  0
C. D. GRUPO CERO  -----------------  11

Para alcanzar los dos dígitos en el marcador final, en la segunda regional, deben articularse varios deseos. El equipo rival puede encontrarse diezmado, ante el fútbol que  practicó el Grupo Cero y, además, algo habla en el equipo con esa cifra.
La fuerza, la habilidad, la velocidad y el talento son tan grupales como la formación de los jugadores; el aprendizaje es, en cada caso, singular.
En el libro Fútbol y Psicoanálisis, de próxima publicación, dedicamos un capítulo a la Medicina Deportiva y el Psicoanálisis, donde decimos que la Fuerza, la Velocidad y la Habilidad son paradigmas del CUERPO Y LA MENTE.
La fuerza muscular en altas velocidades parece ser lo más relevante para el futbolista, siendo muy importante que estén equilibrados los músculos isquiotibiales y los cuádriceps, especialmente para la acción excéntrica del último en el control del disparo. Recordar que los Isquiotibiales son un conjunto de músculos: Biceps femoral, Semimembranoso y Semitendinoso y se encuentran en la parte posterior del muslo, siendo su función principal la flexión de la rodilla (doblar) y la extensión de la cadera (extensión del muslo sobre la cadera). Y el Cuadriceps es un conjunto de músculos en la cara anterior del muslo: Recto anterior, Vasto Externo, Vasto Intermedio y Vasto lateral convergiendo los cuatro, en la rodilla, a través del tendón Patelar. La función principal del cuadriceps es la extensión de la rodilla, manteniendo la pierna recta y contribuye además a la flexión de la cadera. Ambos conjuntos musculares colaboran en la articulación de la rodilla, la carrera de alta velocidad, los saltos y el golpeo del balón.
La fuerza sin velocidad no es provechosa para el fútbol y la velocidad sin la habilidad necesaria se vuelve torpeza para el equipo. La técnica es grupal, no reside en las piernas (en los músculos) del jugador, sino que se produce jugando entre otros. Para que se articulen fuerza, velocidad y habilidad en un futbolista, es decir para alcanzar el talento del gran jugador un buen generador es el deseo. Y el deseo por ser inconsciente se entrena con psicoanálisis.
El Dr. Gilbert Gleim del Hospital Lenox de Nueva York describe que: “La velocidad es de gran importancia para el fútbol. Pudiendo convertir a un jugador dotado en un jugador excepcional y a un jugador por debajo de la media en un jugador útil. Siendo la velocidad una de las características que distingue, de manera clásica, al futbolista de elite de los jugadores de otros deportes, donde tal vez se precise, fuerza, flexibilidad o resistencia”
Y continuando con este factor de rendimiento, que llamamos velocidad, tan estudiado y trabajado por los preparadores y entrenadores de futbolistas, rescatamos de los especialistas que: “la velocidad reside en la integración de un número de factores que pueden ser reales o dar la ilusión de velocidad. Ejemplo de esto último son el tiempo de reacción y la capacidad para anticiparse con el fin de poder empezar una acción con ventaja. Si prescindimos de estos factores, la velocidad, es una función con muchas características psicológicas”
Otro factor a tener en cuenta además de la fuerza, flexibilidad y rapidez es la agilidad, es decir el cambio de dirección a elevadas velocidades en reacción a un estímulo que tiene lugar durante un partido. Como factor de rendimiento, la agilidad, difiere del resto de factores en que también depende de un factor “ambiental” en concreto la interacción bota-pie con la superficie. Así se dice que los jugadores sudamericanos suelen tener más técnica por el hecho de jugar sobre superficies no lisas, como la calle o la playa sirviéndole como “buena superficie” para el regate. El cuerpo en sus movimientos puede alcanzar la agilidad que la propuesta mental desea sea para jugar, bailar, actuar, nadar…
La velocidad es una capacidad mental en la que el deseo inconsciente permite la producción de otra temporalidad en la carrera. Por ejemplo: sin las matemáticas no hubiese existido la ciencia física, y sin ambas no se hubiera producido la ciencia psicoanalítica. Ciencias tan conjeturales (simbólicas) como exactas (reales), donde la energía es la cifra de una constante (imaginaria), y al igual que la física es una experiencia mental (es decir, un trabajo teórico sobre el investigador y no tanto una experiencia del trabajador en la realidad) del mismo modo, lo que aporta el psicoanálisis al universo científico sobre el pensamiento de los humanos, es totalmente novedoso y revolucionario también en el deporte.
Todo lo científico es novedoso, por ende incomparable, produciendo rupturas y descentramientos con respecto a las nociones anteriores sobre la energía, la economía, la especie, los grupos, la salud, el juego, el sueño, el deseo, el amor y la creación.
Buen descanso de semana santa para todos.

Dr. Carlos Fernández

Médico Psicoanalista

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