TERCERA JORNADA (28 de septiembre de 2014)
C. D. GRUPO CERO
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C. F. INTER DE VALDEMORO
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Máxima tolerancia y límites precisos son necesarios en el
proyecto deportivo para disputar el campeonato. La mirada y la voz del equipo
es, por grupal, producto del deseo y no de ninguna demanda de amor, de odio o
de ignorancia futbolera.
La letra sostiene el cuerpo del equipo, a las palabras se
las lleva el viento de la opinión, sin
embargo la letra señala el criterio deportivo. La letra es saber inconsciente,
la palabra es un instrumento de conocimiento que sirve para la comunicación. La
palabra es razonable, la letra es deseante.
Éste domingo el equipo realizo un gran trabajo y el único gol
marcado en la segunda parte decidió un encuentro en el que supimos manejar los
tiempos en la producción de la victoria.
Es muy difícil leer un partido: saber mover el balón hasta
producir el tiempo del pase al compañero desmarcado, saber mantener las marcas
y el dibujo táctico, saber esperar para realizar los cambios, saber defender e
inclinar el campo en el momento preciso, saber aguantar con tarjetas y soportar
una nueva victoria sin dejar de entrenar...
Tres partidos jugados y los tres ganados, nos sitúan
colíderes con cinco goles a favor y uno en contra. Los números cantan y la
palabra es engañosa, pero la letra no; la letra es nivel del deseo inconsciente
y determina cada palabra. Tal vez un ejemplo proyecte sombras ante la claridad
de las opiniones.
Ejemplo: las matemáticas no se entienden, se estudian, se
aplican pero no se puede entender y el que pretende entender no avanza en las
matemáticas, pues bien el psicoanálisis tampoco se puede entender. Ambas ciencias
(matemáticas y psicoanálisis) son del orden de la letra, son puro significante
y como significante representan al sujeto para otro significante, es decir ahí
se encarna la división del sujeto y desde la división la posibilidad de sumar
manzanas y peras o pensamientos y amores o fútbol y disfrute.
En el fútbol no hay nada que entender. El fútbol se juega,
se estudia, se entrena, se filma, se goza o sufre, pero no se puede entender.
El fútbol es nivel de la letra, es puro significante grupal.
Hay equipos de fútbol que son más demandantes y otros son
más deseantes. Los equipos deseantes prefieren lo bueno por conocer a lo malo
conocido. Y la energía grupal del equipo no desaparece, se transforma, se
distribuye de otra manera según sea necesario un funcionamiento u otro en el
desarrollo del partido y el momento del campeonato. La distribución libidinal (energía
psíquica) que permite el grupo, puede construir un equipo de fútbol que además
de ganar los partidos genere un buen fútbol, como sucedió el domingo.
Felicitamos a la totalidad de la plantilla, cuerpo técnico,
directiva y afición que supieron jugar, cada uno, desde su función.
Dr. Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
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