Y si me preguntan: ¿es posible un gran crecimiento económico sin crecimiento deportivo? Les puedo decir que a toda Institución (Real Madrid, Atlético de Madrid o cualquier otro club) lo que le interesa es la eficacia y no tanto la historia. Es al grupo (al vestuario, a la cantera, a los jugadores del club) al que le interesa la historia. Ejemplos de grupo: “La Quinta del Buitre del Real Madrid”, “el Dream Team del Barcelona”, “La Máquina de River Plate”, “Los Cinco Magníficos del Zaragoza”, “La Delantera de Seda del Atlético de Madrid”….
Con respecto al Atlético de Madrid, decir que siempre se nace la segunda vez, es decir, a todos les sucede nacer segundo de algo. A todos los clubes les suceden las mismas cosas, después se diferencian en cómo se apropian de lo ya heredado.
Al club rojiblanco, pasar de siglo, le resultó muy doloroso, descendió a segunda división, y fue en “el infierno” donde recibió el nuevo milenio. Un club grande y el Atlético es el tercer club más grande de España (considerando los títulos, prestigio y masa social) debe saber perder y, a raíz de no poder ganar una final europea en el último minuto y perder el posterior partido de desempate, el entonces presidente del club, exclamo: “Somos el pupas” frase que, aún, acompaña a sus seguidores.
No siendo fácil aprender a perder, resulta más difícil aprender a ganar.
Una cosa es un gran club y otra diferente un gran equipo. Si hay grupo hay equipo; pero si no hay grupo, aunque se pretenda obtener triunfos, algo no se podrá; ya que el equipo de fútbol forma parte del club, pero no es el club, no es la Institución.
Un equipo puede representar al club, pero no ser representativo del mismo.
Las dificultades de los grandes equipos no están en el pasado, sino que se encuentran en el futuro. El currículo, las vitrinas no ganan los partidos, pues no hay discurso futbolístico fuerte, hay discurso débil. El triunfo se consigue trabajando y los títulos en la permanencia del trabajo.