Otro caso de fútbol
barrial y de la gran popularidad que alcanzó, tiene en América del Sur, un gran
exponente en los potreros y en todos los barrios más populosos. Los clubes de
cada barrio eran el orgullo de los lugareños y así cantaban canciones y eslóganes
como éste del barrio de la
Avellaneda en Argentina:
Ha de gritar el que
pueda
siguiendo nuestra
corriente
hurras al
Independiente
Otro ejemplo de
fútbol de barrio es el de Vicente Zito Lima.
FÚTBOL
El baldío
se puebla de gritos.
Un terno rodar
estremece las
piernas.
Asombrados
los ojos
roban la pelota.
De Enrique González
Tuñón, hijo y hermano de grandes poetas argentinos, un poema dedicado a la
pelota que muchos niños se construían con sus propias manos.
Pompeya, Puente
Alsina, Boca, Parque Patricios,
Palermo, Avellaneda,
Barracas y Belgrano.
Un farol. Cinco
pibes. La calle. Los balcones.
¡Y en medio de la
calle la pelota de trapo!
La pelota de trapo
sucia de la ciudad,
con un poco de cielo
que siempre hay en el barro
que saltó las
paredes, gambeteó los tranvías,
y fue fiesta de
pibes, en Boedo, mi barrio.
Un hermano de
Enrique, tal vez uno de los más prestigiosos poetas argentinos Raúl González
Muñón escribía a sus hermanos Enrique y Oscar, el siguiente poema del que
extraigo:
…el dolor mata,
amigo, la vida es dura
y ya que usted no
tiene hogar ni esposa
si quiere ver la
vida color de rosa
eche veinte centavos
en la ranura…
Otro poeta
argentino, el gran Baldomero Fernández Moreno, conocido por su poema: “setenta
balcones y ninguna flor” y del que rescatamos dos poemas:
BUENO Y ¿QUÉ?
Aunque tuvieras,
poeta,
un castillo en una
cumbre
un salón lleno de
lumbre
y un gran sillón de
vaqueta;
al llegar la noche
quieta,
sobre mi hastío de
pié,
me diría: bueno ¿ y
qué?
y componiéndome el
talle
me largaría la calle
a la calle y al
café.
VEINTIDÓS MUCHACHOS
Son veintidós
muchachos, las rodillas
al aire. Olor a
magulladas hierbas.
El público, con ojos
asombrados,
el fuerte gozne
articular observa:
la poderosa valva de
la rótula,
los tendones,
tirantes como cuerdas.
Van y vienen los
trajes de colores,
ahora da uno una
patada épica,
algo vuela hacia el
sol, y no se sabe
Si es pelota o sí es
la misma tierra.
(Continuará)
Del
libro: Poetas del Fútbol
Dr.
Carlos Fernández del Ganso
Another
case of street football and the great popularity that it achieved has in South America , a great exponent in the pasturelands and
in all the most populous neighbourhoods. The clubs of each neighbourhood were
the pride of the locals and they used to sing songs and slogans like this from
the neighbourhood of Avellaneda in Argentina :
It has
to scream the one who can
following
our trend
cheers
to the Independent
from
the town of Avellaneda .
Another
example of street football is the one of Vicente Zito Lima.
FOOTBALL
The
empty land
is
settled of shouts.
A go
around set of three
shivers
the legs.
Astonished
the
eyes
steal the ball.
By Enrique
González Tuñón, son and brother of great Argentine poets, a poem dedicated to
the ball that many children were built with their own hands.
THE RAG BALL
Pompeya, Puente
Alsina, Boca, Parque Patricios,
Palermo, Avellaneda,
Barracks and Belgrano.
A lamppost. Five kids. The street. The balconies.
¡And
in the middle of the street the rag ball!
The dirty
rag ball of the city.
with a
little of sky that there is always on
the mush
that
jumped the walls, dribbled the trams,
and it
was a party of kids, in Boedo, my neighbourhood.
A
brother of Enrique, perhaps one of the most prestigious Argentine poets, Raul
Gonzalez Muñon, wrote to his brothers Henry and Oscar the following poem from
which I extract:
...
the pain kills, friend, life is hard
and
since you are homeless or has no wife
if you
want to see life rosy
throw
twenty cents in the slot ...
Another
Argentine poet, the great Baldomero Fernandez Moreno, known for his poem:
"Seventy balconies and no flower"
we rescued two poems:
WELL, SO WHAT?
Even if
you had, poet,
a
castle on a hilltop
a room
full of fire
and a
large cowhide armchair;
at the
quiet night,
standing
on my boredom,
I say:
Well so what?
and
adorning the waist
I
would leave to the street
to the
street and to the cafe.
TWENTY TWO BOYS
They
are twenty two boys, the knees
in the
air. Smell of bruised herbs.
The
public, with astonished eyes,
the
strong hinge observes to articulate:
the
powerful valve of the kneecap,
the
tendons, tight as ropes.
colourful
costumes come and go
now
one gives an epic kick,
something
flies towards the sun, and it is uncertain
If is
a ball or the same land.
(To be continued)
From the book: Football Poets
Dr. Carlos Fernández del Ganso
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