JORNADA 33 ( 31 de mayo de 2015)
C. D. GRUPO CERO
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RAYO LA CIERVA- CIUDAD
GETAFE -------- 3
Después del ascenso de categoría, ganar el campeonato el último domingo y
recibir propuestas para la nueva temporada, ayer perdimos como se pierden los
partidos cuando el grupo no salta al campo, con rotundidad y sin paliativos.
Nos dice Miguel Oscar Menassa: “un paso adelante implica caídos”
Debemos aprender a perder, empecemos por los directivos:
UN DIRECTIVO DEBE APROPIARSE DE LO
YA HEREDADO
Antes de caminar se aprende a caer. Primero nos nacen y luego nacemos,
después se descubre que todo es anterior y más grande. Nacemos perdiendo y
somos deudores de una muerte segura a la naturaleza. Después de recibir como
humanos, todo o casi todo a cambio de nada, y ya crecidos, debemos partir por
el mundo, pagando lo que usamos, haciéndonos grandes tanto como la sombra que
cobije nuestros pasos.
El partido de ayer no puede ser referencia deportiva. Cuando los
directivos nos quedamos colgados de los laureles, cualquier equipo te puede
ganar. De ahí sea más meritorio aún el campeonato conseguido. Los rivales no
hicieron el pasillo con deportividad y después jugaron para ganar. Nada que
objetar.
Después de ser grandes podemos adquirir fortaleza y un Líder debe
reconocer que la grandeza de un dirigente no se puede producir sin la maestría,
de otros, donde él se construyó como discípulo. Un líder puede no llegar a
conseguir maestría. Se puede ser directivo sin maestría, sin embargo en todo Maestro
hay una escucha que lidera, un no hacer que es acción y no habrá posibilidad de
estilo sin escritura. Líder puede ser una idea, un grupo, un hombre
mortal...
Después de “ser grandes” en diferentes batallas imaginarias, donde lo
victorioso consiste en salir ileso y tras adquirir alguna formación académica,
el trabajo será la plataforma definitiva desde la cual poder empezar a vivir,
separados del primer amor, las primeras caricias y el inolvidable “engaño” de
no ser el único, ni los primeros, ni lo más grande. Recién ahí, aprendemos las
decepciones del caer, del perder partidos, donde lo importante no es la caída
sino el cómo te levantas después de caer; una hombría diferente en cada puesta
de sol habrá de construirse.
Hombría deportiva como la capacidad de amar y trabajar para más allá de
lo que cada uno precisa en el orden de las necesidades básicas. Ahí será
importante diferenciar necesidad, demanda y deseo, porque lo humano se mueve
por dinero y por afectos. Todo Líder hace para algo y/o para alguien, el resto
también.
Gracias a la afición, un domingo más.
Queda un partido entre dos equipos que han ascendido. Será una fiesta de
despedida a un año magistral.
Felicidades a todos.
Dr. Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
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