Prosigamos acercando algunos conceptos. Debemos saber antes de continuar que los conceptos se articulan entre sí, hablan entre ellos. Lo que uno puede hacer es estudiarlos y permitir que a uno le trabajen. Para que los conceptos psicoanalíticos se hagan efectivos en uno (cuerpo y letra) tiene que hacerse sujeto de esa experiencia. ¿Cómo se aprende a hablar? Hablando. ¿Cómo se aprende a conducir? Conduciendo.
LA ANGUSTIA es una señal, que nos avisa de algo, hay que saber escuchar y esperar. Los errores son necesarios, están siempre en el camino del aprendizaje, son los obstáculos necesarios que hay que detectar, reconocer y analizar para poder la transformación. Es necesario equivocarse, y también rectificar. La prepotencia del que no quiere o no reconoce sus errores solo le lleva al aislamiento, pobreza y mezquindad.
Cuando el error se repite, se hace síntoma y hay que intervenir.
Esta descripción y primer acercamiento que hacemos no tiene, es imposible, las demarcaciones precisas, claras y bien delimitadas que nos gustaría, como tampoco las indicaciones de qué hacer en cada caso concreto, pero es que no hay nada en la vida que así sea. No hay nada natural en el humano, todo es artificial, todo se ha construido. Freud nos ofrece un ejemplo: cuando queremos conocer las tres provincias del aparato psíquico: Inconsciente, Preconsciente y Conciencia, no coinciden exactamente con funciones precisas del Super Yo, Ello y Yo, pero no tenemos ningún derecho a esperar que así sea, y para ello nos acerca una comparación, sabiendo que las comparaciones no resuelven nada, pero pueden orientarnos. Escribe: “Imaginemos un territorio de configuraciones muy variada: montes, llanura y lagos, en el que habitan alemanes, magiares y eslovacos, dedicados a actividades muy diferentes. La distribución de tales elementos podría ser tal que los alemanes habitaran los montes y se dedicaran a la ganadería; los magiares poblaran las llanuras y se consagrasen al cultivo del trigo y los eslovacos moraran en las márgenes de los lagos y vivieran de la pesca. Si esta distribución fuera precisa y exacta sería comodísima para la enseñanza de la geografía, pero lo más probable es que el viajero que atraviese esas zonas hallara en ellas menos orden y más mezcla. Los alemanes, los magiares y los eslovacos viven confundidos entre sí; en los montes hay también tierras de cultivo, y en la llanura, pastos. Sin embargo es tal y como se esperaba, pues en las montañas es imposible encontrar pesca y en el agua de los lagos no crece el trigo”
Separarse de uno mismo al ocupar la función, la posición que el club me asigna, el lugar que la empresa pensó para uno mismo, colabora a que los afectos no contaminen el tiempo de producción. Aceptar que eso que no nos gusta de nosotros mismos nos pertenece, es beneficioso para el desempeño de un Directivo.
A veces los lideres, los coordinadores generamos inseguridad en los otros, por no saber esperar, por precipitaciones en la toma de decisiones, por no escuchar la demanda de nuestros pupilos.
Para aprender a escuchar hay que saber que el tiempo psíquico es diferente del tiempo del reloj, por eso hay situaciones que pasan rápidas y otras se nos hacen eternas, habiendo transcurrido el mismo lapso temporal.
Cuando estamos entrevistando a alguien para un fichaje, un agente que nos trae información, un entrenador del fútbol base, un directivo, sea quien sea el otro, para poder escucharlo, hay que quitar los prejuicios de la puerta de entrada, no hay que precipitarse en pretender llegar a un acuerdo en la primera entrevista. Las primeras imágenes y palabras del otro, nos puede caer bien o mal y debemos saber que ahí se están poniendo en juego las identificaciones psíquicas, donde el otro es a modo de un espejo alguien que despierta en mí, cuestiones de uno mismo, con respecto a lo que me gusta de mi, pero también a los que se rechaza de uno mismo.
No es con los ojos de la cara con lo que se ve, ni con las orejas que se escucha, sino que son los ojos y las orejas de la ideología las que ven y escuchan.
Debemos saber que lo que se desea son deseos. Si ocupamos una posición adecuada y deseante, con alegría, tolerancia y humildad, en el otro se despiertan deseos de conversar, de implicarse, de colaborar, de contratar; pero si estamos en desacuerdo con la empresa, el cliente, el compañero, el director también detectará dudas, inseguridades que generan dudas y desconfianza.
Cuando es el amor lo que nos une, se genera odio y violencia.
Cuando es el deseo lo que nos une, “nos pone” en relación con otros deseantes.
En el amor, es la envidia y los celos lo que comanda mientras que en el deseo, lo que comanda es la admiración y los pactos.
Para poder escuchar hay que aprender y saber tolerar la incertidumbre.
La tolerancia y la paciencia son fórmulas invencibles en cualquier equipo.
Hay negociaciones que se estropean a última hora por la intolerancia a los finales o por la angustia de pretender concluir o porque no toleramos demasiado bien los finales. Y ello es debido a que negamos el movimiento progresivo que la vida tiene hacia un final seguro, al pago de una deuda con la especie, ser deudores de una muerte segura a la naturaleza.
A veces se trabaja bien e intensamente pero se presentan problemas con las últimas asignaturas, con los finales, con la puntuación y ahí se angustia, el sujeto, pudiendo terminar huyendo o arremeter contra los proyectos y estropear sus relaciones.
Otra situación que puede generar ansiedad es cuando surgen afectos hacia los compañeros de trabajo, deseos sexuales o amorosos, pudiendo perturbar las relaciones en la empresa o cuando surgen afectos con familiares de los compañeros. Situaciones conflictivas que conviene reconocer en uno mismo para poder controlarlas.
Para ir concluyendo rescatar que hay tres cosas que generan deseos, interés y atracción en los humanos: la mirada, el habla y la escucha.
Cuando nos sentimos mirados, cuando alguien nos habla y sobre todas las cosas cuando nos sentimos escuchados es cuando más deseos se genera.
Del libro: FÚTBOL Y PSICOANÁLISIS ( de próxima publicación)
Autor: Dr. Carlos Fernández
Nº de Reg. Prop. Intelectual: 6190/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario