LA SALUD DEL FÚTBOL: AUNQUE VALGA TODO, NO TODO VALE.
Hubo partidos en el primer fin de semana del año 2011 y se jugó la jornada 17 de primera división de la Liga BBVA. Se jugaron los partidos, después del conflicto entre los diferentes estamentos que representan a la liga y a los futbolistas.
Se jugaron todos los partidos. No podemos decir que hubiera mucho fútbol...en navidades siempre hay turrón, regalos…¿qué queremos?
Debemos revisar la salud del fútbol, entiéndase: jugadores con lesiones cuyo diagnóstico y/o tratamiento es motivo de “iluminados comentarios públicos”. Cuando la enfermedad y las lesiones no deben ser comentadas, en público, y menos por personal no cualificado.
La salud no es lo opuesto a enfermedad. Entiéndase jugadores a los que no se les paga lo pactado. Entiéndase la formación de los directivos. Quiero que se entienda: LA SALUD SE PRODUCE, no preexiste, no es innata o natural, es un estado a producir a conseguir, como lo es también el estado de ánimo poético (creador y no dije creativo) que debe anidar en todo equipo de fútbol. Y pedir al recién llegado que arregle algo, es similar a pedírselo al canterazo que se está formando.
Entonces pregunto a los lectores: ¿en el fútbol hay clases sociales? ¿tampoco hay diferencias de sexo y…raciales? ¿qué concepto de tiempo se maneja? Los profesionales del fútbol, incluyendo a los periodistas, conocen la diferencia entre imagen y palabra?
Cuando la imagen quiere imponerse como verdad, se empieza a pervertir la ley del deporte. Si leemos la Constitución Española, podremos rescatar lo innegociable y anudado que se presentan el deporte con la salud, la educación y la cultura.
El fútbol es un juego, un deporte y, si ustedes quieren, también un negocio (porque no va serlo) pero no deja de ser un juego, es decir, esa primera forma de ser alcanzado el por el lenguaje el sujeto civilizado.
Estamos a dos jornadas de alcanzar el ecuador del campeonato liguero y las dos escuadras, con mayor presupuesto económico, despliegan con prácticas diferentes un mismo fin: ganar, eso sí con diferentes medios.
Los financieros dicen que se gana o se aprende, pero nunca se pierde.
Debemos saber ganar y también perder.
Debemos saber para que haya salud que: los fines y los medios, son artimañas que poco pueden frente al método que se desprende de un objeto de conocimiento. Digo se puede amar y desear. Se puede jugar y ganar. Y aunque valga todo, no todo vale…
Se jugaron todos los partidos. No podemos decir que hubiera mucho fútbol...en navidades siempre hay turrón, regalos…¿qué queremos?
Debemos revisar la salud del fútbol, entiéndase: jugadores con lesiones cuyo diagnóstico y/o tratamiento es motivo de “iluminados comentarios públicos”. Cuando la enfermedad y las lesiones no deben ser comentadas, en público, y menos por personal no cualificado.
La salud no es lo opuesto a enfermedad. Entiéndase jugadores a los que no se les paga lo pactado. Entiéndase la formación de los directivos. Quiero que se entienda: LA SALUD SE PRODUCE, no preexiste, no es innata o natural, es un estado a producir a conseguir, como lo es también el estado de ánimo poético (creador y no dije creativo) que debe anidar en todo equipo de fútbol. Y pedir al recién llegado que arregle algo, es similar a pedírselo al canterazo que se está formando.
Entonces pregunto a los lectores: ¿en el fútbol hay clases sociales? ¿tampoco hay diferencias de sexo y…raciales? ¿qué concepto de tiempo se maneja? Los profesionales del fútbol, incluyendo a los periodistas, conocen la diferencia entre imagen y palabra?
Cuando la imagen quiere imponerse como verdad, se empieza a pervertir la ley del deporte. Si leemos la Constitución Española, podremos rescatar lo innegociable y anudado que se presentan el deporte con la salud, la educación y la cultura.
El fútbol es un juego, un deporte y, si ustedes quieren, también un negocio (porque no va serlo) pero no deja de ser un juego, es decir, esa primera forma de ser alcanzado el por el lenguaje el sujeto civilizado.
Estamos a dos jornadas de alcanzar el ecuador del campeonato liguero y las dos escuadras, con mayor presupuesto económico, despliegan con prácticas diferentes un mismo fin: ganar, eso sí con diferentes medios.
Los financieros dicen que se gana o se aprende, pero nunca se pierde.
Debemos saber ganar y también perder.
Debemos saber para que haya salud que: los fines y los medios, son artimañas que poco pueden frente al método que se desprende de un objeto de conocimiento. Digo se puede amar y desear. Se puede jugar y ganar. Y aunque valga todo, no todo vale…
Dr. Carlos Fernández
Psicoanalista
No hay comentarios:
Publicar un comentario