No hay diferencia entre la psicología individual y la psicología colectiva, siendo al mismo tiempo y desde el principio la psicología individual, grupal. El sujeto psíquico es social, simultáneamente es psíquico y social, siendo desde lo social que sabemos de lo psíquico que genera ese social. De modo que el otro semejante (el compañero, el entrenador, el rival) forma parte de cada uno ya sea como adversario, modelo o auxiliar. Del Sujeto también podemos decir que es dividido (inconsciente-conciencia) y doble (a la vez masa y singular, grupal e individual). Como grupo repetimos el primero al que pertenecimos: el familiar y, como masa repetimos la forma más primitiva de sociedad: la horda primitiva.
El sujeto es una articulación de deseos, de modo tal que en cualquier proyecto se debe poder pensar e incluir a todos aquellos que se impliquen, que pidan pertenecer, ya que todos los elementos de la ecuación forman parte de la fórmula, pero es la fórmula la que permite, por estructural, que las diferentes variables se puedan relacionar entre sí; de modo tal que ningún elemento aislado es por “si mismo” la fórmula. Y la fórmula (representación de la estructura, vacío formal de la teoría) no puede aplicarse si la articulación de sus elementos no se enuncia correctamente.
Se puede no estar de acuerdo con un compañero del equipo de fútbol, pero si el desacuerdo es con el proyecto grupal del club, será un obstáculo, una fisura en el integrante, que puede poner en peligro la tarea deportiva.
Se juega como se entrena, quiere decir que la lectura, la interpretación es por acción diferida, por recurrencia, desde el efecto se puede interpretar, desde el punto se puede leer. Un partido de fútbol se puede interpretar (producir lo que no existía) después de jugado, y esa lectura es eficaz sobre el grupo para el próximo evento, pudiendo el equipo jugar y leer el partido marcando las pautas del encuentro de acuerdo a lo entrenado disfrutando de lo novedoso que produjo sobre el grupo la interpretación.
El sujeto es una articulación de deseos, de modo tal que en cualquier proyecto se debe poder pensar e incluir a todos aquellos que se impliquen, que pidan pertenecer, ya que todos los elementos de la ecuación forman parte de la fórmula, pero es la fórmula la que permite, por estructural, que las diferentes variables se puedan relacionar entre sí; de modo tal que ningún elemento aislado es por “si mismo” la fórmula. Y la fórmula (representación de la estructura, vacío formal de la teoría) no puede aplicarse si la articulación de sus elementos no se enuncia correctamente.
Se puede no estar de acuerdo con un compañero del equipo de fútbol, pero si el desacuerdo es con el proyecto grupal del club, será un obstáculo, una fisura en el integrante, que puede poner en peligro la tarea deportiva.
Se juega como se entrena, quiere decir que la lectura, la interpretación es por acción diferida, por recurrencia, desde el efecto se puede interpretar, desde el punto se puede leer. Un partido de fútbol se puede interpretar (producir lo que no existía) después de jugado, y esa lectura es eficaz sobre el grupo para el próximo evento, pudiendo el equipo jugar y leer el partido marcando las pautas del encuentro de acuerdo a lo entrenado disfrutando de lo novedoso que produjo sobre el grupo la interpretación.
Del Libro: FÚTBOL Y PSICOANÁLISIS
Autor: Dr. Carlos Fernández
Nº Reg. Prop. Intelectual: 6190/2010
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