lunes, 14 de noviembre de 2011

¿SE PUEDE PRODUCIR EL TIEMPO?

No existe club deportivo sin futuro. El fútbol base es la base del fútbol por ello dejar crecer y contar con proyectos a medio y largo plazo es imprescindible en el grupo deportivo. El futuro se construye y el presente se trabaja. Un Directivo, un gestor, un líder en fútbol debe manejar variables a corto, medio y largo plazo. Un proyecto es posible si existe “Un Ideal de Porvenir” es decir las líneas estratégicas que permitan que esa ilusión se convierta en realidad y el método de trabajo necesario para apropiarse de esa realidad de futuro que se comienza a trabajar desde el presente. Para poder pensar esta situación acercaremos unos conceptos básicos de la epistemología sabiendo que nunca coincide lo pensado con la realidad producida por lo que los proyectos no deben ser rígidos y la capacidad estratégica debe moldearse en el camino ante los diferentes cambios y obstáculos, creyendo siempre en el proyecto y no dejarse abatir por lo personal ya que la desconfianza se contagia.
El estudio de conceptos epistemológicos: ruptura y descentramiento, tiempo real y tiempo histórico, sobredeterminación y multipledeterminación, trabajo real, trabajo teórico y trabajo práctico-técnico, son imprescindibles para aproximarnos a decir que un grupo en sus muestras más altas de funcionamiento puede ser definido por un encuentro entre “personas” que no se creen a sí mismas y cuya creencia fundamental son las palabras que todavía no han sido pronunciadas.
La llamada Industria del fútbol en Europa, ha crecido en el año 2007, un 9%, alcanzando los 12.600 millones de euros de ingresos.
Entrevistado Cesc Fábregas, jugador español que milita en el Arsenal (equipo inglés) a la pregunta del periodista ¿influye la edad del entrenador en la evolución del equipo? Respondió el futbolista desde la ética: “todo reside en si crees en lo que el entrenador te dice. Si te genera dudas, o no te gusta lo que te indican, es entonces cuando vienen los problemas” y continúo el centrocampista: “si todos los días hacemos las cosas bien y todo el día te sientes jugador y te mantienes haciéndolo bien, entonces el triunfo es más fácil”
Es decir: el que permanece es el que triunfa. El que sabe esperar no necesita hacer concesiones; para ello hay que aprender a tolerar la incertidumbre y cierta cuota de angustia. La angustia es una señal de que el deseo está presente y el sujeto inmerso en el juego de la demanda, donde sin necesidad no hay deseo.
Nadie nace sabiendo. Todo se aprende. Es gracias a la maestría del líder en su transmisión que se genera el deseo de aprehender. Lo que se desea son deseos, y lo que se transmite no es un estilo de pensamiento o de juego; es el Deseo lo que se transmite. Luego el lugar de la Dirección, de la Alta Dirección no habla de la talla, sino de la ética, de la función y de la estética que preside en toda Institución y todo Grupo.

Del Libro: FÚTOL Y PSICOANÁLISIS - próxima edición-










Autor: Dr. Carlos Fernández










Nº Reg. Prop. Intelectual: 6190/2010








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