Es éste un libro dedicado a todas aquellas personas a las que les gusta el fútbol y también a las que no les gusta.
Donde nada es lo que parece y, a su vez, lo es. Un libro diferente, ya que en las manos de su autor se conjugan “poesía y psicoanálisis”, para producir una realidad distinta a la que estamos acostumbrados a leer y escuchar en el ámbito deportivo.
En la introducción ya advertimos su singularidad, nos muestra seis “todo empezó”, una historia con seis comienzos que, en realidad, son uno sólo.
Es decir, estamos frente a un texto que nos guiará por cualquier camino, menos por aquél que podamos imaginar.
Se encuentra dividido en tres capítulos:
I. Historias del fútbol.
II. Poetas del fútbol.
III. Conversando con D. Alfredo di Stéfano.
En el primero, “Historias del fútbol”, hace un recorrido desde los comienzos de este deporte, pasando por diversas cuestiones como las quinielas, los derbys, anécdotas del trofeo Pichichi, del Zamora, por el fútbol femenino, la violencia en los campos, la política, el cine, la literatura, el por qué de las lesiones, la cantera… hace un enorme despliegue, con todos aquellos temas que van formando parte del fenómeno del fútbol.
Podría ser éste un capítulo que figurara en cualquier otro libro dedicado al “deporte rey”, lo que sucede es que, si ya algunas preguntas te hacen pensar “¡es verdad¡ ¡qué curioso¡ ¿Cómo será?", en las respuestas te deja maravillado.
Acostumbrados a una lectura ingenua de la realidad, el autor, con las herramientas que su formación le proporciona, nos ofrece una nueva visión de lo acontecido.
Por ejemplo, nos cuenta cómo, según la FIFA, el juego moderno fue una invención de los británicos en la segunda mitad del S. XIX. Para el desarrollo de su federación hubo varios factores, uno de ellos fue que la FA (football asociation) pulió las incoherencias de las reglas y envió las circulares a los clubs.
Charles Alckock, secretario de la FA y periodista deportivo, escribió artículos para los diferentes medios, lo que ayudó a promover el juego. Y añade el autor: “Una vez más queda patente, en la cultura, el ocio y el asociacionismo, la importancia de la escritura para la transmisión de cualquier deseo y producción humana, y el fútbol lo es. Lo que se trasmite es el deseo, deseo de jugar”.
Otro ejemplo nos relata: “El fútbol echó raíces en la cultura obrera a partir del momento en que entró en las escuelas. Según los historiadores, la mayoría de los niños no iba a los public schools, ni a las escuelas secundarias, sino a las primarias, donde la única forma de educación física permitida era de tipo militar. Sin embargo, el fútbol fue introducido por los jóvenes maestros, fuera del horario formal de clases”. Y añade el autor: “ Lo que muestra que el tiempo del deseo no existe, se construye”.
Y así, página a página, vamos viendo cómo abre infinidad de caminos de estudio, como por ejemplo, la cuestión de “las lesiones”; nos dice: “la lesión se produce, se construye, tampoco la salud es natural”, “el cuerpo del futbolista está dotado de palabras, es decir, el deportista tiene derecho a hablar”. O sobre los “jóvenes”, “Hay que dejarlos crecer”, “Sin juventud no hay riqueza, ni proyectos sociales para una institución”; o aquélla que dice: “En el fútbol se puede leer la realidad de cualquier hecho social, histórico y económico”.
Ya en la segunda parte, que lleva por título el nombre del libro, “Poetas del Fútbol”, nos dice que para conocer la verosimilitud de los encuentros, la verdadera historia de los pueblos practicando el fútbol, hemos de preguntar a los poetas.
Y cita autores como Benedetti, Gunter Grass, Cela, Alberti, Miguel Hernández, Leopoldo de Luís o Raúl González Tuñón, entre otros, con los cuales, a través de sus versos, podemos conocer lo que sucedió en diferentes campos en distintas épocas y localidades.
Nos relata anécdotas, datos relevantes de la historia futbolística, dando la puntada certera, acompañándolos con un poema, como por ejemplo: en 1928 se jugaba en los campos de Sport del Sardinero, en Santander, la final de la Copa entre FC Barcelona y Real Sociedad, donde el portero del Barcelona fue uno de los jugadores más relevantes. Rafael Alberti, que estaba presente, escribió “Oda a Platko” y Gabriel Celaya “Contraoda del poeta de la Real Sociedad”.
En la tercera parte nos presenta una conversación con el gran Don Alfredo di Stéfano. Después de haber leído otras entrevistas realizadas a este mito del fútbol, nos damos cuenta de las marcadas diferencias; hay sucesos que relata que nunca había contado, hay ciertas frases que hasta el momento no habíamos visto publicadas, como: “Cuando doy una vuelta por las divisiones inferiores, les digo a los chavales, ¡agarren los libros que no muerden”. “Estudien una carrerita o lo que quieran, porque el fútbol es pan para hoy y hambre para mañana“ o “todo lo que hacemos es para la felicidad de la gente. El fútbol compromete”.
Nos muestra un Di Stéfano estudioso del mundo del fútbol y todo lo que lo rodea, generoso, apasionado, con deseo de colaborar con los jóvenes.
Como anexo, se acompañan poemas dedicados a D. Alfredo, producidos en el Taller de Poesía coordinado por D. Miguel Oscar Menassa.
Cuando alguien quiera saber de “la saeta rubia”, tendrá que ir a leer esos versos.
En resumen, los jugadores, los técnicos, los dirigentes, saben y no saben, es decir, ¿por qué un jugador rinde en un equipo y no en otro? ¿por qué venía bien toda la temporada y justo se lesiona antes de un partido importante?... Saben y no saben; se escuchan frases como: “Si ha grupo, hay equipo”, “Se entrena como se juega”, “ Un equipo es un estado de ánimo”, etc.
Claro, pero si no hay alguien que lo escuche, que lo lea, lo puntúe, que ponga límites, trabaje estas frases, no habrá nuevos productos, no habrá modificación, no se harán carne en el espectáculo del mundo del fútbol, que se parece tanto a la vida.
Muchas gracias, Doctor Carlos Fernández, por haber puesto su deseo en escribir un libro tan interesante y emocionante, conjugando poesía, psicoanálisis y fútbol.
Hernán Kozak
Donde nada es lo que parece y, a su vez, lo es. Un libro diferente, ya que en las manos de su autor se conjugan “poesía y psicoanálisis”, para producir una realidad distinta a la que estamos acostumbrados a leer y escuchar en el ámbito deportivo.
En la introducción ya advertimos su singularidad, nos muestra seis “todo empezó”, una historia con seis comienzos que, en realidad, son uno sólo.
Es decir, estamos frente a un texto que nos guiará por cualquier camino, menos por aquél que podamos imaginar.
Se encuentra dividido en tres capítulos:
I. Historias del fútbol.
II. Poetas del fútbol.
III. Conversando con D. Alfredo di Stéfano.
En el primero, “Historias del fútbol”, hace un recorrido desde los comienzos de este deporte, pasando por diversas cuestiones como las quinielas, los derbys, anécdotas del trofeo Pichichi, del Zamora, por el fútbol femenino, la violencia en los campos, la política, el cine, la literatura, el por qué de las lesiones, la cantera… hace un enorme despliegue, con todos aquellos temas que van formando parte del fenómeno del fútbol.
Podría ser éste un capítulo que figurara en cualquier otro libro dedicado al “deporte rey”, lo que sucede es que, si ya algunas preguntas te hacen pensar “¡es verdad¡ ¡qué curioso¡ ¿Cómo será?", en las respuestas te deja maravillado.
Acostumbrados a una lectura ingenua de la realidad, el autor, con las herramientas que su formación le proporciona, nos ofrece una nueva visión de lo acontecido.
Por ejemplo, nos cuenta cómo, según la FIFA, el juego moderno fue una invención de los británicos en la segunda mitad del S. XIX. Para el desarrollo de su federación hubo varios factores, uno de ellos fue que la FA (football asociation) pulió las incoherencias de las reglas y envió las circulares a los clubs.
Charles Alckock, secretario de la FA y periodista deportivo, escribió artículos para los diferentes medios, lo que ayudó a promover el juego. Y añade el autor: “Una vez más queda patente, en la cultura, el ocio y el asociacionismo, la importancia de la escritura para la transmisión de cualquier deseo y producción humana, y el fútbol lo es. Lo que se trasmite es el deseo, deseo de jugar”.
Otro ejemplo nos relata: “El fútbol echó raíces en la cultura obrera a partir del momento en que entró en las escuelas. Según los historiadores, la mayoría de los niños no iba a los public schools, ni a las escuelas secundarias, sino a las primarias, donde la única forma de educación física permitida era de tipo militar. Sin embargo, el fútbol fue introducido por los jóvenes maestros, fuera del horario formal de clases”. Y añade el autor: “ Lo que muestra que el tiempo del deseo no existe, se construye”.
Y así, página a página, vamos viendo cómo abre infinidad de caminos de estudio, como por ejemplo, la cuestión de “las lesiones”; nos dice: “la lesión se produce, se construye, tampoco la salud es natural”, “el cuerpo del futbolista está dotado de palabras, es decir, el deportista tiene derecho a hablar”. O sobre los “jóvenes”, “Hay que dejarlos crecer”, “Sin juventud no hay riqueza, ni proyectos sociales para una institución”; o aquélla que dice: “En el fútbol se puede leer la realidad de cualquier hecho social, histórico y económico”.
Ya en la segunda parte, que lleva por título el nombre del libro, “Poetas del Fútbol”, nos dice que para conocer la verosimilitud de los encuentros, la verdadera historia de los pueblos practicando el fútbol, hemos de preguntar a los poetas.
Y cita autores como Benedetti, Gunter Grass, Cela, Alberti, Miguel Hernández, Leopoldo de Luís o Raúl González Tuñón, entre otros, con los cuales, a través de sus versos, podemos conocer lo que sucedió en diferentes campos en distintas épocas y localidades.
Nos relata anécdotas, datos relevantes de la historia futbolística, dando la puntada certera, acompañándolos con un poema, como por ejemplo: en 1928 se jugaba en los campos de Sport del Sardinero, en Santander, la final de la Copa entre FC Barcelona y Real Sociedad, donde el portero del Barcelona fue uno de los jugadores más relevantes. Rafael Alberti, que estaba presente, escribió “Oda a Platko” y Gabriel Celaya “Contraoda del poeta de la Real Sociedad”.
En la tercera parte nos presenta una conversación con el gran Don Alfredo di Stéfano. Después de haber leído otras entrevistas realizadas a este mito del fútbol, nos damos cuenta de las marcadas diferencias; hay sucesos que relata que nunca había contado, hay ciertas frases que hasta el momento no habíamos visto publicadas, como: “Cuando doy una vuelta por las divisiones inferiores, les digo a los chavales, ¡agarren los libros que no muerden”. “Estudien una carrerita o lo que quieran, porque el fútbol es pan para hoy y hambre para mañana“ o “todo lo que hacemos es para la felicidad de la gente. El fútbol compromete”.
Nos muestra un Di Stéfano estudioso del mundo del fútbol y todo lo que lo rodea, generoso, apasionado, con deseo de colaborar con los jóvenes.
Como anexo, se acompañan poemas dedicados a D. Alfredo, producidos en el Taller de Poesía coordinado por D. Miguel Oscar Menassa.
Cuando alguien quiera saber de “la saeta rubia”, tendrá que ir a leer esos versos.
En resumen, los jugadores, los técnicos, los dirigentes, saben y no saben, es decir, ¿por qué un jugador rinde en un equipo y no en otro? ¿por qué venía bien toda la temporada y justo se lesiona antes de un partido importante?... Saben y no saben; se escuchan frases como: “Si ha grupo, hay equipo”, “Se entrena como se juega”, “ Un equipo es un estado de ánimo”, etc.
Claro, pero si no hay alguien que lo escuche, que lo lea, lo puntúe, que ponga límites, trabaje estas frases, no habrá nuevos productos, no habrá modificación, no se harán carne en el espectáculo del mundo del fútbol, que se parece tanto a la vida.
Muchas gracias, Doctor Carlos Fernández, por haber puesto su deseo en escribir un libro tan interesante y emocionante, conjugando poesía, psicoanálisis y fútbol.
Hernán Kozak
No hay comentarios:
Publicar un comentario