Se preguntaba impotente delante de toda la prensa internacional, el entrenador del Real Madrid, y mirando al horizonte asociaba, disparate tras disparate, implicando como responsables: instituciones infantiles, a los árbitros, a la mala gente, a la simpatía, a los federativos y cómo seguía sin entender volvía a preguntar ¿por qué mamá, por qué tu niño bueno es tan envidiado en España?
El entrenador del Real Madrid (y de esto es responsable el club que lo fichó) reconoció pensar mal, tener muy malos pensamientos de la institución deportiva que organiza el trofeo que él desea que NO ganen otros, cómo le sucede a los envidiosos.
Después atribuye su derrota frente al rival (que reconoce jugar muy bien) a la expulsión de un jugador, cuando hace diez días con un jugador menos, consiguió empatar un partido que perdía y hace una año (con el Inter) pasó la eliminatoria de semifinales, también con un jugador menos. ¿No será otro el motivo?
¿Por qué, por qué? Despleguemos la pregunta: no será que recibir dos goles con un jugador menos reside en la articulación de otros factores, a saber:
A) Jugar a defenderse por necesidad invita a perder por obligación. Ya le avisó don Alfredo di Stéfano hace una semana. El luso no hace caso, tal vez por renegar de la historia del Real Madrid, antes de su llegada al club.
B) No es el que el Real Madrid terminará jugando con diez (alegación de Mou), es que el Barcelona convocó a doce canteranos para el partido (alegación de Pep). Para muestra un botón: ¡ojo en partido de ida de semifinales de la Champion! el entrenador del Barcelona (capital del fútbol: según Mou y sino porque tantas barbaridades), hace debutar a un juvenil quitando al delantero centro titular y campeón del mundo.
C) Lo importante no fue que en el minuto 60 del partido expulsaran a un jugador del equipo blanco, lo que considero de gran trascendencia es que Mourinho dejó en el minuto 62 del partido sin entrenador al Real Madrid, tras un intensa conversación con el capitán del Barça, Carles Puyol. Haciéndose expulsar, el equipo merengue se rompió, se quedó sin mamá, huérfano, lo que propició que la defensa se resbalase, permitiendo los centros precisos desde la banda y que un jugador blaugrana pudiera regatear, él solito, desde el centro del campo a cuanto rival apareciera hasta marcar otro golazo.
No sabemos ¿por qué el entrenador del Real Madrid considera al Barcelona, capital del fútbol europeo o español?
La historia del Real Madrid es mucho más grande, en títulos, que la de cualquier otro club y así fue reconocido mejor club del mundo durante el siglo XX. La historia balompédica del Barcelona es tan grande como la del que más y, una sola década es muy poco tiempo para decir cual será el mejor del siglo XXI. Lo que pasó en esta primera década es que dos clubs españoles: Barcelona y Real Madrid, Real Madrid y Barcelona están en posiciones diferentes, según lo indican las variables que intervienen tanto en el prestigio del club como en el juego del equipo. Por citar, enumero por ejemplo la ideología que impera en el club, visible en la tolerancia, el juego limpio, trato de balón, cuidado de la cantera y el fútbol femenino (bases del fútbol base) la formación de los directivos, lo que se trasmite a la prensa y cómo se dicen, el concepto grupal, el trato a los veteranos...
En el siglo XX se decía: “cuando pierden dan la mano” y “es un club señor” por eso las mocitas madrileñas iban alegres y contentas para ver jugar a su Madrid.
En el siglo XXI se empieza a escuchar decir: “es un clan” y con el bombardero entrenador del Real Madrid, se puede ganar alguna batalla, algún trofeo, pero corre serio peligro que pierda el himno su blancura; espero solo sea una mancha.
No tiene disculpa la soberbia envidiosa de un señor entrenador transmitiendo a jóvenes jugadores en formación, a millones de aficionados y a todos aquellos que aman el fútbol (entre los que me encuentro) un narcisismo enfermizo que genera pleitos y, lesionando la riqueza de un club (sus relaciones sociales), puede enfermar el cuerpo de una competición tan deportiva como el fútbol.
El entrenador del Real Madrid (y de esto es responsable el club que lo fichó) reconoció pensar mal, tener muy malos pensamientos de la institución deportiva que organiza el trofeo que él desea que NO ganen otros, cómo le sucede a los envidiosos.
Después atribuye su derrota frente al rival (que reconoce jugar muy bien) a la expulsión de un jugador, cuando hace diez días con un jugador menos, consiguió empatar un partido que perdía y hace una año (con el Inter) pasó la eliminatoria de semifinales, también con un jugador menos. ¿No será otro el motivo?
¿Por qué, por qué? Despleguemos la pregunta: no será que recibir dos goles con un jugador menos reside en la articulación de otros factores, a saber:
A) Jugar a defenderse por necesidad invita a perder por obligación. Ya le avisó don Alfredo di Stéfano hace una semana. El luso no hace caso, tal vez por renegar de la historia del Real Madrid, antes de su llegada al club.
B) No es el que el Real Madrid terminará jugando con diez (alegación de Mou), es que el Barcelona convocó a doce canteranos para el partido (alegación de Pep). Para muestra un botón: ¡ojo en partido de ida de semifinales de la Champion! el entrenador del Barcelona (capital del fútbol: según Mou y sino porque tantas barbaridades), hace debutar a un juvenil quitando al delantero centro titular y campeón del mundo.
C) Lo importante no fue que en el minuto 60 del partido expulsaran a un jugador del equipo blanco, lo que considero de gran trascendencia es que Mourinho dejó en el minuto 62 del partido sin entrenador al Real Madrid, tras un intensa conversación con el capitán del Barça, Carles Puyol. Haciéndose expulsar, el equipo merengue se rompió, se quedó sin mamá, huérfano, lo que propició que la defensa se resbalase, permitiendo los centros precisos desde la banda y que un jugador blaugrana pudiera regatear, él solito, desde el centro del campo a cuanto rival apareciera hasta marcar otro golazo.
No sabemos ¿por qué el entrenador del Real Madrid considera al Barcelona, capital del fútbol europeo o español?
La historia del Real Madrid es mucho más grande, en títulos, que la de cualquier otro club y así fue reconocido mejor club del mundo durante el siglo XX. La historia balompédica del Barcelona es tan grande como la del que más y, una sola década es muy poco tiempo para decir cual será el mejor del siglo XXI. Lo que pasó en esta primera década es que dos clubs españoles: Barcelona y Real Madrid, Real Madrid y Barcelona están en posiciones diferentes, según lo indican las variables que intervienen tanto en el prestigio del club como en el juego del equipo. Por citar, enumero por ejemplo la ideología que impera en el club, visible en la tolerancia, el juego limpio, trato de balón, cuidado de la cantera y el fútbol femenino (bases del fútbol base) la formación de los directivos, lo que se trasmite a la prensa y cómo se dicen, el concepto grupal, el trato a los veteranos...
En el siglo XX se decía: “cuando pierden dan la mano” y “es un club señor” por eso las mocitas madrileñas iban alegres y contentas para ver jugar a su Madrid.
En el siglo XXI se empieza a escuchar decir: “es un clan” y con el bombardero entrenador del Real Madrid, se puede ganar alguna batalla, algún trofeo, pero corre serio peligro que pierda el himno su blancura; espero solo sea una mancha.
No tiene disculpa la soberbia envidiosa de un señor entrenador transmitiendo a jóvenes jugadores en formación, a millones de aficionados y a todos aquellos que aman el fútbol (entre los que me encuentro) un narcisismo enfermizo que genera pleitos y, lesionando la riqueza de un club (sus relaciones sociales), puede enfermar el cuerpo de una competición tan deportiva como el fútbol.
Dr. Carlos Fernández
Médico Psicoanalista
Especialista en dirección deportiva
...Y jugamos a entender; en vez de recoger las piedras lanzadas por Mourinho no sólo al Barça sino a los propios seguidores del Real Madrid ( si yo fuera hincha de dicho equipo estuviera pidiendo su renuncia en vez de hacer eco a sus pataletas) para devolvérselas con igual ira, algunos, un tanto preocupados porque el apasionante espectáculo del futbol se vea reducido a un deplorable talk show - muy rentable, en todo caso-, nos hemos hecho , no la pregunta infantil de Mou, sino aquella que intenta evitar el repudio hacia el renombrado Técnico: ¿por qué Mou pregunta por qué? . La respuesta podría ser muy sencilla : por impotencia, por defensa ante el fantasma del fracaso, por evadir su evidentísima responsabilidad en la derrota frente a un Barça mucho más grande que el Real en el partido pasado. etc, etc, etc. pero no satisfacen habida cuenta de algo más terrible que está fragmentando lo colectivo y lo subjetivo del Club Real Madrid; hecho que se hace notorio en el resquebrajamiento total del equipo mucho antes de la expulsión de uno de los suyos; desde el primer minuto, el Real, siendo su casa, siendo su partido no sólo a ganar sino a demostrar deleitoso juego, salió a perder; salió a no jugar, a no ser equipo, en suma salió al campo exhibiendo un lamentable ánimo derrotista. Esto demuestra otra vez que la polémica expulsión no definió el partido, que lo que marcó la sonada derrota del Real, fue un club que no se entendía a sí mismo, que no jugó en principio a ser Equipo. El #Barça por su parte, contó como casi siempre, con un grato juego colectivo, no con una suma abigarrada de brillantes individualidades como le sucedió a su rival. De algo podemos estar seguros: la brillantez de Messi, su fantástico segundo gol, permiten avizorar algo: ese hito individual de Messi escurriéndosele a varios jugadores del Real, se anuda en un excelente trabajo Colectivo, donde los demás no juegan para el protagónico, sino que todos protagonizan un desenlace magno en los pies de Leo. El narcisismo de las estrellas del Real, donde es el técnico el más interesado en lucirse, se contrasta con una Barça cuyos jugadores se lucen cada día más jugando a lo contrario de Mou: a no dejarse estrellar por el estrellato; puede cerciorarse uno de ello, viendo el juego de medio campo donde todos tocan, donde todos comparten el balón, todos acarician un deseo común-compartido. Mou incurre en una actitud malsana al pretender opacar lo que la historia ya está consignando, el golazo de Messi, la superioridad incuestionable del Barcelona en dicho partido; y la historia lo consigna precisamente por los arrebatos - ¿o premeditado y vil libreto?- de Mourinho; es decir, Mou consigue el efecto contrario al deseado: mientras más trata de enlodar al adversario, más escultural se torna su triunfo. ¿Por qué Mou, por qué? tratamos de entenderlo, y el presente post aporta claros elementos para tal menester. Muchas gracias Carlos por compartir esta elaboración a partir del Psicoanálisis.
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