El lenguaje permite que jueguen al fútbol: hombres y mujeres, niños y adultos, once contra once, todos contra todos, solteros contra casados tanto sobre arena, hierba o plástico. Es decir el lenguaje, a través de la poesía, posibilita que cualquier palabra se combine libremente con otra palabra y así crear infinidad de frases o jugadas sobre el terreno de juego, que es la vida.
El lenguaje necesita del sujeto para ser hablado, y la palabra es su instrumento. El por qué empleamos más unos vocablos o nos gustan menos unas palabras que otras, depende de lo que represente ese significante, inconscientemente, para cada sujeto. Por eso, unos hablan de pelota, otros de balón y lo semejante es diferente a la vez, para cada cual, aunque los pactos nos permiten entendernos cuando decimos: football o balompié.
Todos, nos guste o no el fútbol, procedemos de padre y madre, luego hay semejanzas y una diferencia estructural pues, practiquemos o no deporte, hay hombre y mujer. Y ahora podemos decir que el sexo del fútbol es inconsciente, es decir está estructurado de manera cuaternaria en funciones: padre, madre, mujer y hombre.
Hubo un tiempo no muy lejano que la mujer no podía ejercer la medicina o subir a un escenario teatral o votar en unas elecciones. Hubo un tiempo en que se pensó que la tierra era plana. Todavía algunos piensan que el hombre procede del mono. Pero así como es desde la sexualidad del adulto que se puede hablar de sexualidad infantil, es desde la mujer que se puede hablar de fútbol en el siglo XX.
Y en siglo XXI, aquellas Instituciones que en sus proyectos deportivos trabajen: la cantera, la mujer, lo grupal y la formación de los dirigentes serán los que lideren el fútbol mundial.
Es desde la teoría del valor y la teoría del inconsciente que se pudo la producción en serie balompédica y la inclusión de la mujer en éste deporte.
La paternidad del fútbol se debe atribuir a todos los pueblos. Según refiere la FIFA, el juego moderno fue una innovación realizada por los británicos en la segunda mitad del siglo XIX, siendo en Inglaterra donde se disputaron los primeros partidos de once contra once y se escribió la primera reglamentación.
Después de Sigmund Freud, la mujer puede hablar, trabajar y desear libremente. Con el psicoanálisis se pudo separar la palabra de la cosa y así la histeria puede padecerla el hombre y el fútbol practicarlo la mujer.
Y sucedió que un grupo de mujeres en plena guerra mundial en Europa, jóvenes obreras de las fábricas de munición empezaran a jugar al fútbol en sus ratos libres. A partir de ahí comenzaron a crearse equipos deportivos con las reglas del balompié. Pero las Instituciones internacionales hacía 1951 se opusieron al crecimiento del fútbol que llamaron femenino, y desaconsejaron su practica argumentando cierto peligro para la salud corporal de la mujer.
Los prejuicios de los dirigentes no evitaron que las mujeres en Europa y América adoptaran el juego como propio, organizasen eventos deportivos y se formaran clubes. En 1970 se realiza el primer campeonato mundial de fútbol femenino en Italia, donde las jugadoras danesas se proclaman campeonas del mundo en un torneo no oficial. En 1975 la Confederación asiática de fútbol organiza la primera copa de fútbol femenino y en principio la FIFA interviene drásticamente contra el campeonato, pero ante el fervor y el avance del fútbol femenino y para poder controlar todo el fútbol internacional, La Federación Internacional de Fútbol Asociación en su congreso de 1986 reclama una política verdadera a favor del fútbol femenino.
Los efectos son inmediatos de tal modo que el primer torneo internacional, organizado por la FIFA, se realiza en Taiwán en 1987. El evento resultó un éxito de espectadores y espectáculo. La final la ganó el equipo anfitrión a EE.UU.
El lenguaje necesita del sujeto para ser hablado, y la palabra es su instrumento. El por qué empleamos más unos vocablos o nos gustan menos unas palabras que otras, depende de lo que represente ese significante, inconscientemente, para cada sujeto. Por eso, unos hablan de pelota, otros de balón y lo semejante es diferente a la vez, para cada cual, aunque los pactos nos permiten entendernos cuando decimos: football o balompié.
Todos, nos guste o no el fútbol, procedemos de padre y madre, luego hay semejanzas y una diferencia estructural pues, practiquemos o no deporte, hay hombre y mujer. Y ahora podemos decir que el sexo del fútbol es inconsciente, es decir está estructurado de manera cuaternaria en funciones: padre, madre, mujer y hombre.
Hubo un tiempo no muy lejano que la mujer no podía ejercer la medicina o subir a un escenario teatral o votar en unas elecciones. Hubo un tiempo en que se pensó que la tierra era plana. Todavía algunos piensan que el hombre procede del mono. Pero así como es desde la sexualidad del adulto que se puede hablar de sexualidad infantil, es desde la mujer que se puede hablar de fútbol en el siglo XX.
Y en siglo XXI, aquellas Instituciones que en sus proyectos deportivos trabajen: la cantera, la mujer, lo grupal y la formación de los dirigentes serán los que lideren el fútbol mundial.
Es desde la teoría del valor y la teoría del inconsciente que se pudo la producción en serie balompédica y la inclusión de la mujer en éste deporte.
La paternidad del fútbol se debe atribuir a todos los pueblos. Según refiere la FIFA, el juego moderno fue una innovación realizada por los británicos en la segunda mitad del siglo XIX, siendo en Inglaterra donde se disputaron los primeros partidos de once contra once y se escribió la primera reglamentación.
Después de Sigmund Freud, la mujer puede hablar, trabajar y desear libremente. Con el psicoanálisis se pudo separar la palabra de la cosa y así la histeria puede padecerla el hombre y el fútbol practicarlo la mujer.
Y sucedió que un grupo de mujeres en plena guerra mundial en Europa, jóvenes obreras de las fábricas de munición empezaran a jugar al fútbol en sus ratos libres. A partir de ahí comenzaron a crearse equipos deportivos con las reglas del balompié. Pero las Instituciones internacionales hacía 1951 se opusieron al crecimiento del fútbol que llamaron femenino, y desaconsejaron su practica argumentando cierto peligro para la salud corporal de la mujer.
Los prejuicios de los dirigentes no evitaron que las mujeres en Europa y América adoptaran el juego como propio, organizasen eventos deportivos y se formaran clubes. En 1970 se realiza el primer campeonato mundial de fútbol femenino en Italia, donde las jugadoras danesas se proclaman campeonas del mundo en un torneo no oficial. En 1975 la Confederación asiática de fútbol organiza la primera copa de fútbol femenino y en principio la FIFA interviene drásticamente contra el campeonato, pero ante el fervor y el avance del fútbol femenino y para poder controlar todo el fútbol internacional, La Federación Internacional de Fútbol Asociación en su congreso de 1986 reclama una política verdadera a favor del fútbol femenino.
Los efectos son inmediatos de tal modo que el primer torneo internacional, organizado por la FIFA, se realiza en Taiwán en 1987. El evento resultó un éxito de espectadores y espectáculo. La final la ganó el equipo anfitrión a EE.UU.
Dr. Carlos Fernández
Psicoanalista
No hay comentarios:
Publicar un comentario